Mi mente formó un muro,
y lo derribé.

Mi inseguridad construyó una coraza,
y la destruí.

Mi miedo engendró un monstruo,
y me ocupé de asesinarlo.

Mi dolor arrancó mis alas,
pero al fin pude volar.

Mi corazón me muestra un destino
y aunque sigan surgiendo obstáculos,
no pararé hasta alcanzarlo.

¿Y tú?

En busca de mi destino
Por Ignacio Larre