Tú me enseñaste…
A confiar en mí mismo.
A creer que pese a la dificultad, todo es posible.
A saber que ante toda tristeza sobreviene la esperanza
y ante todo problema nace una oportunidad.
Me enseñaste a volar haciendo del cielo mi techo
y a soñar haciendo de mi imaginación mi único límite.

Gracias por estar ahí, desde el primer momento. Gracias porque sin ti, jamás hubiera podido.

Tero Real enseñándole a su cría el duro, pero emocionante desafío de la subsistencia.

Tú me enseñaste
Por Ignacio Larre