Hoy suelto mis amarras y entro en el ruedo. El mar está embravecido y sus olas intentarán voltearme. Las tormentas arrasarán mis fuerzas y me dejarán a la deriva. No podré ver con claridad, debiendo guiarme por mis instintos. Estaré solo con mi propio miedo. Desorientado, buscando un horizonte. Perdido, tratando de reencontrarme conmigo mismo. Hambriento, saciándome únicamente de esperanzas.

Hoy es el día. Me despojaré del lastre que me mantiene atado al pasado. Izaré las velas hacia mi destino, cualquiera sea, pero lo descubriré.

No será fácil, lo sé, pero valdrá la pena intentarlo. No es tarde, nunca lo es. Siempre es buen momento para volver a empezar, para volver a vivir.

Hoy suelto mis amarras
Por Ignacio Larre