No sé qué les parecerá a ustedes. Pero cada vez que me toca fotografiar a una gaviota, espero ansioso ver los resultados al regresar a mi casa.

Me resulta extremadamente dulce la expresión de sus rostros. Delicada, sutil y con una belleza tan simple como especial.

Esta Gaviota Capucho Gris, decidió pegar la vuelta hacia mí, llegando directamente a mi corazón ¿Habrá llegado al de ustedes?

Dulce belleza
Por Ignacio Larre