Eres belleza sin tiempo,
pasión ardiendo en el aire,
caricia tierna que enseña,
modelo de amor constante.

Eres luz gestando vida,
fuerza venciendo el oleaje,
temple formando raíces,
dulzura envuelta en coraje.

Eres la mirada tibia,
fervor que corta el aliento,
palabra justa que forja,
clamor flameando en el viento.

Eres principio en mi historia,
mi orgullo desde tu vientre,
razón de mi propia vida,
conmigo estarás por siempre.

Eres mi madre querida,
tu rumbo guía mis pasos,
el destino nos espera,
juntos en eterno abrazo.

Madre

Feliz día a todas las madres; tanto a las mamás de sangre, como a las del corazón. A aquellas personas que con su inmenso valor y fuerza nos dieron el mayor de los regalos; nuestra vida. Y a aquellas que, sin concebirnos, nos acompañaron y marcaron el rumbo de nuestro destino.
Para todas ellas, un eterno gracias. Acordándome también de nuestras mamis que están esperándonos, haciéndonos un lugarcito, en algún rincón del cielo.

Por Ignacio Larre