Que nunca se oculte tu niño interior. Ese que juega, disfruta, se maravilla. Aquel al que le alcanza una sonrisa para ser feliz, un abrazo para sentirse pleno o una sencilla mirada tierna para regalar el mejor de los instantes.

Para vos, que pese a todo nunca dejás de soñar, muy feliz día del niño.

Nuestro niño interior
Por Ignacio Larre