Hay miradas que lo dicen todo en un instante. Miradas que enternecen. Miradas que llenan el corazón. Que acarician con solo fijarse en nosotros. Miradas dulces que nos dicen «te quiero» sin ni una palabra.

Sencillamente, miradas que reflejan el alma.

Reflejos del alma
Por Ignacio Larre