No sé si es el final, o tan solo el comienzo. La luz me llamaba, pero también me atemorizaba. No sé que había más allá, pero un manto de estrellas me invitaba a seguir adelante. No sé si era el cielo o el infierno. Simplemente no lo sé.
Pero decidí echarme hacia atrás, volver sobre mis pasos y jamás averiguarlo.
Camino a casa
Por Ignacio Larre